Sunday 3 June 2012

Pamela David: una espera, desesperada - El Dia

La conductora de "Desayuno Americano", no ve la hora de entrar en fecha de parto para recibir a Lola, su primera hija mujer


El día que Pamela David y el empresario Daniel Vila blanquearon su relación hubo felicitaciones, pero también descreimiento. No fueron pocos, en la farándula, que apostaron a que la relación, por parte de ambos, era un simple "toco y me voy". Esta vez fallaron los oráculos. La relación sobrevivió a todos los comentarios y hoy Pamela espera a su segundo bebé. El primero, Felipe, de 5 años, es el fruto de su matrimonio con el basquetbolista profesional Bruno Lábake, con el que se casó en 2008 para divorciarse dos años después. Vila, por su parte, es padre de 5 hijos.
Este embarazo, absolutamente normal, tiene para Pamela un significado muy especial. Antes de que Lola anunciara su llegada, había perdido dos bebés en plena gestación. Por eso, cuando se enteró de este nuevo embarazo, apeló a una cábala: no anunciarlo hasta los tres meses. Y la cábala funcionó. "No me atrevía a disfrutarlo -confiesa aliviada- porque seguí teniendo ese sustito. Hoy, gracias a Dios, ya no me pasa. Con Daniel hablamos de Lola, me la imagino, la sueño, le hablo, le pongo música, puedo gozar de mi panza".
UNA NUEVA ETAPA
Hoy, y por mucho tiempo, todo pasará por Lola. Atrás quedó la Pamela que hizo de su cuerpo perfecto, la clave de su éxito. Comenzó como modelo en 1998 y hoy, a los 33 años, participó en 16 programas de televisión, 7 obras de teatro y 2 películas. Pero su fama entre la audiencia masculina se la debe a los desnudos que hizo para las revistas Interviú y Playboy. Al mismo tiempo siempre conquistó al público en general por su innegable carisma y su don natural para la comedia. Lo demostró, con creces, en programas como "Poné Francella" y "La peluquería de los Mateos", o la obra de teatro "Danzas con Cobos", en la que se lució junto a Nito Artaza.
Feliz, recordó el día que ella y Daniel sospecharon que "podía ser". "Un día habíamos ido al cine -contó-. En el ascensor había un olor muy fuerte, que me perduró todo el fin de semana. El lunes, en el programa, se me ocurrió tomar mate cocido y al día siguiente, en el Tigre, sentía todos los olores. Entonces le dije a Daniel que, por las dudas, comprara un test, pero sin llegar a pensar que podía ser".
Lo que siguió a ese momento único en la vida de una pareja fue cómo comunicar la noticia a Felipe y a los cinco hijos de Vila, producto de dos matrimonios anteriores. Así que cruzaron los dedos y les dieron a todos la noticia. Pamela nunca olvidará la alegría con que recibieron el anuncio. "Lo tomaron todos muy bien, pero los que más se alegraron fueron los más chicos, que son los que comparten más tiempo con nosotros. Antes de enterarse, Felipe había hecho un dibujo mío con panza. El ya lo pedía. Quería el hermanito".
ALGO INESPERADO
Por supuesto, lo del nombre y el sexo fue, como siempre, un hecho aparte. Un capítulo inevitable de toda pareja embarazada. Pamela nunca dudó, vaya a saber porqué, que el nuevo integrante de la familia sería varón. Tan segura estaba que compró un ajuar completo color celeste."Cuando me dieron la noticia fue como un shock -confiesa- porque pata mí era varón. Cómo será que hasta le había comprado ropita celeste. Hoy, estoy feliz que sea nena. Tengo ganas de descansar un poco. Felipe es un torbellino".
El otro capítulo fue la elección del nombre. Como si llevara un diario íntimo, Pamela guarda en su memoria cada hecho, importante o no, pero siempre relacionado con la llegada de la beba. "A Daniel el nombre le gustaba de antes -aseguró-. Me contó que se había quedado con las ganas de tener una Lola. Y como cuando nos enteramos que era nena a mí no se me ocurría ninguno, porque no pegaban o ya los tenían usados los Vila, quedó Lola. Eso sí, con la aceptación de todos".

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