Pamela David siempre fue hincha de River, pero desde que su marido (el empresario Daniel Vila) se alejó de Independiente Rivadavia de Mendoza, su pasión por el fútbol se aplacó. A la conductora de Desayuno Americano, por América, el Superclásico la transpora a viejas épocas: “Siempre que se juega un River-Boca me acuerdo de uno, ni siquiera podría precisar el año. Era muy chica, fue en Santiago del Estero y mi papá, fanático de River, nos invitó a mi hermana y a mí a ver el partido a un bar que ya no existe en la esquina de Avenida Belgrano y Libertad. Recuerdo que ganamos porque mi papá lloraba, ja. ¡Todavía sigue siendo tan fanático y seguramente va a llorar este domingo!
“No estoy muy futbolera últimamente. Sigo a River por mi hijo Felipe, de siete años, que también es súper fana y está al tanto de todo lo que ocurre en su club. Este domingo seguramente lo miraré en casa haciendo apuestas, ya que en la familia política son mayoría bosteros, ja.
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