Wednesday 9 March 2016

Revista Gente 2642




"Puedo quedarme así toda la vida”, 
dice Pamela David (37) mientras Daniel Vila (62) la abraza y la besa con ternura. Así están todo el tiempo en la intimidad, mintras transcurre el sexto año de una relación coronada con el fruto de la la pequeña Lola (3) y una feliz fami- lia ensamblada que supieron conformar. Ahora se relajan en su casona del puesto San Isidro en Mendoza. Es hora de balance para ambos.
 –¿Qué cualidad del otro los enamoró?
Pamela: Un día, hace ya bastante, me di cuenta de que necesitaba todo el tiempo a Daniel en mi vida, fue un flechazo hermoso. Daniel me eclipsó con su palabra, tiene tanta sabiduría. Siempre aporta el término justo. Recuerdo que lo miraba y pensaba en lo interesante que me resultaba. Lo amo profundamente, lo voy a amar hasta el último aliento.
Daniel: ¡Yo estoy enamorado de Pamela hace muchos más años que ella de mí! (sonríe). Ella es hermosa, eso está a la vista. Cuando la conocí realmente, me di cuenta de lo perfecta que eracomo mujer. Excelente compañera de vida, buena hija, madraza. Pero además, Pame tiene algo increíble: no sabe mentir, y me enseñó a honrar ese valor. Soy un hombre distinto con mis amigos y mi familia desde que Pame está en mi vida. Yo también la amo profundamente.
–¿Cómo fue ensamblar hijos propios más la llegada de Lolita?
Pamela: Por ahí a quien más le costó esto de la familia ensamblada fue a Felipe (8, su hijo mayor), pero hoy es quien más disfruta de esta unión. Con los hijos de Daniel tengo una linda relación, no melosa, sino de confianza, me demuestran cariño todo el tiempo. Lo bueno es que me aprobaron desde el día cero: eso fue una bendición.
Daniel: ¡Mis hijos la aman!
Pamela: Para las fiestas familiares somos un montón, además, ambos somos gente de provincia, nos manejamos con valores que por ahí se han perdido en la Capital
Daniel: Recibimos el Año nuevo con todos los hijos, con sus parejas incluidas, en el caso de los mayores. Somos unidos, familieros.
–¿Cuándo encuentran el momento de intimi- dad para la pareja?
Daniel: Todo el tiempo, porque nos encanta estar juntos.
Pamela: Somos insoportables, nos cuesta sepa- rarnos. Si Daniel tuvo que viajar y no nos vemos por un día, ya no estoy bien, me siento molesta, adoramos estar pegados.
Daniel: Especialmente la noche está destinada a la pareja, nos quedamos conversando hasta tarde, también nos gusta muchísimo viajar solos, nos creamos nuestra propia burbuja.
¿Cómo manejaron el tema profesional desde que están juntos?
Daniel: Esencialmente fue Pamela quien debió pasar por la difícil tarea de demostrar que el lugar que ocupaba lo tenía ganado por su propia capacidad y no por ser mi mujer. Y mirá cómo lo ha demostrado, con creces. Creí en ella desde el primer día, aunque tenía claro que yo la había elegido, pero quizá el público no. Finalmente se dio lo que intuía porque realiza con mucho respeto su tarea, es pura responsabilidad. Está en un momento espectacular de su carrera. Pamela: Daniel creía más en mí que yo misma. Las críticas constructivas siempre sirven para avanzar y se las pedí un montón de veces, pasa que no ayuda mucho (se ríe) porque todo lo que hago le parece que está perfecto, me vive halagando...
–¿También halaga tus bailes con Luis Novaresio en Desayuno Americano?
Pamela: (vuelve a reír) Luis es un excelente compañero, hemos encontrado esos momentitos del programa que tanto le gustan a la gente. Respecto al baile, creo que Dani no se los pierde. Daniel: Son las 09:32 y me desespero por no perderme el inicio del programa (se ríe). Pamela baila divino.
Pamela: Desayuno encendió un horario de la televisión que era calificado internamente como maldito, donde nada funcionaba desde los últimos ocho o diez años. Tengo muy claro que el programa fue trazando mi carrera. Conducirlo implica conocer y saber de todos los temas ins- talados en la actualidad para poder encarar los sucesos del momento.
–Pamela, ¿conducir el debate de Gran Hermano fue una prueba de fuego para sumar experiencia?
Pamela: Tomé esa tarea con mucho compromiso, como encaro todos mis trabajos, me leí entero el libro de Gran Hermano. Antes de aceptar la propuesta quería conocer bien el producto. También hablé con Daniel, iban a ser muchas horas fuera de casa, pero no tuve más que apoyo de su parte. Mi desafío era hacerlo lo más impecable posible, no defraudar ni al canal ni a Endemol. Me mostró a un público distinto. En ambos programas intento que ningún tema delicado se trate sin el debido respeto y compromiso.
Daniel: Pame fue una revelación. Además, en lo artístico, el programa funcionó bárbaro, fue un éxito.
–Contame cómo resultó en su momento la presencia de Mauricio Macri en Desayuno Americano.
Pamela: Cuando Mauricio Macri nos visitó me dijo que la gente, más allá del programa de ayuda social, necesitaba sentirse gratificada con lo que obtiene como fruto de su trabajo. Lo entiendo y confío en que el gobierno pueda potenciar esas posibilidades de trabajo. Yo seguiré desde mi programa mostrando las cosas productivas para la Argentina, pero también los reclamos para contribuir, a corregir errores con lo que se pueda. Siento que es mi obligación como comunicadora. 
–Retomando el tema sentimental, ¿qué significa esta relación para cada uno?
Daniel: El amor de mi vida.
Pamela: Mi alma gemela.
–Con tanto amor en juego, ¿se viene un hermanito para Lola?
Pamela: Yo me desespero cuando veo un bebé, me encantaría un hijo más, pero Dani no quiere saber nada. Así estamos bien, plenamente felices. 
Por Marina Correa
Fotos: Juan Alfredo Ponce
www.gente.com.ar
 

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